Harold Frederick Shipman, apodado Doctor Muerte es considerado uno de los peores asesinos seriales en la historia contemporánea al haber provocado la muerte de más de 200 personas.
De origen británico, Harold nació y creció en el condado de Bestwood, Nottingham, en Inglaterra. Sus padres pertenecían a la clase obrera y eran devotos metodistas. En su juventud, Harold destacó en actividades deportivas como el rugby, las carreras y el atletismo. Tenía un gran apego con su madre, quién falleció de cáncer de pulmón cuando él tenía 17 años, este hecho en particular influenció directamente en su modus operandi.
Harold estudió la carrera de medicina en la Escuela de Medicina de Leeds, graduándose en 1970. Obtuvo su primer puesto como médico general en el Centro Médico Abraham Ormerod, en Yorkshire. Era adicto a la petidina, falsificaba preescripciones para su uso personal, lo que le costó una multa de 600 libras y a ofrecer servicio comunitario en una clínica de rehabilitación para drogadictos en 1975. En 1993, Shipman logró fundar su propia clínica, lo que le otorgó una posición como miembro destacado de la comunidad.
Hasta la fecha se desconoce el número total de víctimas de Shipman. Fue arrestado el 7 de septiembre de 1998 cuando Angela Wooddurff lo denunció a la policía al enterarse que antes de morir, su madre cambió su testamento para desheredarla y donar el total de su herencia, 386 mil libras esterlinas, a Harold Shipman. El cuerpo de Kathleen Grundy fue exhumado y sometido a exámenes, se encontró una sobredosis de morfina en sus restos, la última persona que la vio con vida fue Shipman, antes de firmar su certificado de defunción, razón suficiente para que la polilcía lo arrestara y abriera una investigación.
Se exhumaron 15 cuerpos de mujeres que habían fallecido en condiciones similares, todas eran pacientes de Shipman y él había firmado sus certificados de defunción. En todos los casos se encontraron restos de sobredosis de morfina.
Durante su juicio, Shipman negó rotundamente su culpabilidad, nunca hizo declaración alguna sobre sus actos, tampoco dio algún motivo para asesinar a sus pacientes. Su defensa intentó alegar que no existían pruebas suficientes de que Shipman hubiera suministrado las dosis letales de morfina a sus pacientes, pero fue en vano; Harold F. Shipman fue condenado el 31 de enero del 2000 a 15 cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional por administrar inyecciones letales de morfina provocando la muerte de Marie West, Irene Turner, Lizzie Adams, Jean Lilley, Ivy Lomas, Jermaine Ankrah, Muriel Grimshaw, Marie Quinn, Kathleen Wagstaff, Bianka Pomfret, Naomi Nuttall, Pamela Hillier, Maureen Ward, Winifred Mellor, Joan Melia y Kathleen Grundy.
Se cree que Shipman tomó como antecedente el conocido caso del Dr. John Bodkin Adams, médico británico que fue acusado en 1957 de matar a 160 pacientes en un lapso de 10 años, fue enjuiciado y absuelo por falta de evidencia que lo relacionara directamente con la muerte de sus pacientes.
Harold Shipman murió el 13 de enero de 2004 por suicidio, ahorcándose con una sábana que ató a los barrotes de la ventana de su celda. Nunca aceptó su culpabilidad, tampoco explicó la causa que lo motivó a matar a sus pacientes. Las familias de las víctimas se decepcionaron al enterarse de que se había llevado a la tumba la razón por la cuál asesinó a sus pacientes. Shipman ya había comentado su intención de suicidarse antes de cumplir los 60 años para que su esposa, Primrose Shipman, recibiera una pensión que le diera seguridad financiera.
Sin embargo, John Douglas, analista de perfiles del FBI, aseguró que los asesinos en serie tiene una fijación por la manipulación y el control, por lo que sucidarse en la cárcel, estando bajo la custodia policíaca, era un signo final de poder y control.
En 2002 se realizó un estudio de las actividades profesionales de Shipman, en el que se concluye que durante 1975 y 1998 mató a 215 pacientes. La mayoría de las víctimas eran mujeres mayores que gozaban de buena salud, según los antecedentes. Muchas muertes sospechosas no pudieron relacionarse directamente con Shipman.
En 2005, el sexto informe, revelaba que Shipman había matado a tres pacientes más, entre ellos una niña de 4 años de edad al inicio de su carrera en el Hospital General de Pontefract. El informe final reveló que 459 personas murieron bajo la atención y cuidados de Shipman, de las cuales solo 250 muertes pudieron determinarse como asesinato. Una de las razones por las que no se pudieron determinar más asesinatos era que la mayoría de los pacientes de Shipman fueron cremados.
Hasta la fecha se ignora qué motivaba a Shipman a asesinar a sus pacientes. En 2005 se informó que uno de los móviles de Shipman pudo ser el robo de joyas de sus pacientes, en su garage se encontraron piezas de joyería de los pacientes por un valor de 10 mil libras esterlinas, otras fueron entregadas por Primrose bajo la presión de la policía. Se solicitó a los familiares de las víctimas el reconocimiento de los objetos personales encontrados, solo 66 piezas fueron devueltas a Primrose, y 33 que no fueron identificadas fueron subastadas para la Fundación de Apoyo a las Víctimas de Tameside.
El 30 de julio de 2005, fue abierto el Jardín de la Tranquilidad en Hiyde Park, en memoria a las víctimas de Harold F. Shipman.
(QM)