La ciencia nos ha provisto de muchas de las mejores cosas de la vida, desde salud hasta entretenimiento, poco o nada hay donde no intervenga en beneficio de la especie humana nos ha dado una mejor civilización y nos promete un futuro brillante, sin embargo no hay nada que el ser humano inicie que no esté provisto de un lado oscuro, lamentablemente es un rasgo de la especie, un sello una impronta o quizás sea como el viejo dicho de que las armas no matan a las personas, las personas matan a otras personas y pensamos que desde la religión hasta esa palabra tan vasta y compleja denominada 'ciencia' fueron dadas a luz por el hombre, tal vez con las mejores intenciones pero así como este es lo suficientemente brillante para crearlas, también es lo suficientemente insidioso para bastardearlas.
Lamentablemente la ciencia algunas veces ha sido usada para el mal, no se trata del ingenio que devino en diversas tecnologías que dieron paso a la evolución de las armas, se trata de algo mucho más profundo y mucho pero mucho más atroz que el famoso doctor nazi Josef Mengele conocido como 'el ángel de la muerte', aquel que experimentaba con judíos en campos de concentración y les hacía toda clase de operaciones siniestras que fue sólo el comienzo sin quitar mérito al sufrimiento de aquellos pobres seres humanos. Lo que sucedió del otro lado del mundo en bases militares de origen japonés fue todavía peor, en el vídeo vas a escuchar cosas muy duras, queremos advertírselos desde el vamos no va a ser agradable, te voy a hablar de las atrocidades del escuadrón 731.
Durante la segunda guerra mundial hubo dos grandes bandos y entre estos dos bandos rivales estuvieron involucrados muchos países, los aliados conformados principalmente por Inglaterra, la Unión Soviética, los Estados Unidos y el eje conformado principalmente por Alemania, Italia y Japón. Italia a pesar de apoyar a Alemania tenía una alianza muy condicionada, ambos países estaban gobernados por regímenes fascistas pero las concordancias llegaban hasta ahí y poco más, Japón por el contrario fue durante aquellos años lo más cercano que tuvo Alemania a un aliado ideológico completo, la junta militar japonesa que gobernaba el país tras la fachada del emperador Hirohito compartía los ideales nazis de cabo a rabo, como que por ejemplo había razas superiores a otras, los alemanes respaldaban el ideal ario por sobre todas las otras culturas occidentales mientras que los japoneses por ponerlo en términos sumamente delicados y no demasiado ofensivos en la medida que me es posible consideraban a sus vecinos asiáticos como gente de sangre sucia que no estaban a la altura racial del país del sol naciente, bajo el resguardo de esa ideología se forma el escuadrón 731 en la ciudad de jardín en China que en aquel entonces estaba ocupada por el ejército japonés, quien en paralelo con la gran guerra liberada en Europa ocupaban cada vez más territorios en el coloso asiático. El ejército japonés era por mucho muy superior al chino a pesar de que Japón logró exterminar más de un millón de chinos durante la sangrienta guerra razón por la que hasta hoy día china no ve con buenos ojos a la isla vecina lo que se proponía el ejército imperial japonés era tan ambicioso pero a la vez tenebroso que no podían revelarlo al público japonés estaba deseosa de hacer lo mismo que Alemania o se hace incursionar a pasos agigantados en el campo de la tecnología militar, el término armas biológicas no sólo estaba de moda sino que atraía enormemente al gobierno nipón por lo que despacharon a sus mejores doctores y científicos para un proyecto secreto bautizados ahora como el escuadrón 731, convirtieron una planta de purificación de agua en la ciudad de jardín en un laboratorio enorme puertas adentro fuertemente resguardado por poderío militar japonés, lo que sucedería dentro de aquéllas pasaría a la posteridad como alguno de los momentos más oscuros y míseros de la especie humana, el escuadrón 731 conseguía ganado para sus experimentos, ganado humano como simple prisioneros de guerra tanto civiles como militares de origen chino, mongol o ruso, todos eran cuidadosamente seleccionados los que tenían suerte eran ejecutados, los que sufrieron la desgracia de entrar en las instalaciones del escuadrón 731 vivirían calvarios que están más allá de la imaginación, los científicos japoneses ya llevaban un tiempo intentando crear enfermedades de laboratorio los primeros intentos debido a la época fueron muy básicos experimentaban con variaciones de sífilis, lepra y otras enfermedades degenerativas conocidas las cuales inoculaban algunos conejillos de indias humanos, a quienes se encerraban en calabozos con paredes de vidrio para estudiar cuidadosamente los efectos, a algunos se les dejaba morir mientras los doctores llevaban cuenta de qué tan efectiva y agresiva había sido la enfermedad, a otros sin embargo se les llevaba por la fuerza quirófanos ahí se les amarraba y se les abría el estómago para remover les los órganos uno a uno, porque les hacían esto estando vivos? porque no los ejecutaban primero? simple los doctores no querían correr el riesgo de que la descomposición afectara los resultados aparte, mantenerlos vivos durante estas intervenciones les permitía estudiar otros efectos y hay una cosa muy importante que debes saber no se les daba anestesia antes de ninguna operación puesto que no solo abarataba costos sino además querían estudiar hasta qué punto un hombre una mujer un niño o incluso un infante podía aguantar el dolor. No hubo compasión alguna, a diario se efectuaban operaciones donde a los sujetos de pruebas de todas las edades se les removía el esófago, los intestinos, los pulmones y el hígado, esto servía como entrenamiento para los doctores que buscaban ver no sólo cuál era el límite de la resistencia humana sino, cuánto podían manipular un cuerpo vivo sin matar al paciente. Lamentablemente algunos tuvieron la desgracia de sobrevivir a estas operaciones se les quitaba un órgano y se les volvía a reinsertar, como mencioné antes de este modo entrenaban al personal y a veces por los mismos propósitos amputaban piernas y brazos, recuerda que todo era sin anestesia más tarde se les dio por estudiar de cerca la gangrena de la que no se sabía tanto como hoy por lo que curaban mal algunos pacientes a propósito para ver qué tan rápido la putrefacción se esparcía y finalmente mataba a un ser humano que en guasa uno de los pocos doctores del escuadrón 731 que hoy sigue vivo testificó que estos experimentos quirúrgicos se hicieron a no menos de mil personas, como podrás imaginar el escuadrón era sumamente ordenado por lo tanto se paraba en el laboratorio en distintas áreas y desde la puerta de entrada cada departamento tenía sus prisioneros de guerra para jugar.
Ya cubrimos el área de cirugías amputaciones y disecciones, prosigamos ahora con el departamento de pruebas de enfermedades y armas químicas, en este lugar los prisioneros eran inoculados con enfermedades venéreas tales como la gonorrea y la sífilis para estudiar el progreso de las mismas en los pacientes, obviamente no les daban medicación alguna porque querían saber qué tan rápido podían matar estas enfermedades a una persona por no hablar de las etapas de gestación del virus fruto de lo que estudiaron en esta área del escuadrón fue usado en la guerra contra china, los japoneses fueron de los primeros en usar armas biológicas que resultaron en la infección de cólera y muertes por ántrax en distintas regiones del coloso asiático disfrazaba en ayuda humanitaria en la forma de ropas y comidas que estaban cuidadosamente infectadas con la plaga bubónica lo que obviamente ocasionó una epidemia masiva que desembocó en la muerte de 400.000 civiles mientras tanto en los laboratorios del escuadrón se solían inyectar todo tipo de sustancias a las víctimas para ver cómo reaccionaban estas qué efecto surtían, una de las más famosas fue inyectar orina de caballo en los riñones de una mujer embarazada a pesar de que el departamento de armas biológicas fue de los más temidos y aterrorizantes de toda la unidad no se puede dejar de mencionar el laboratorio de pruebas de armamentos, aquí los prisioneros morían rápido pero en circunstancias atroces se amarraban personas a palos o se encadenaban a paredes y se les arrojaban granadas de manufactura japonesa nada más para probar la efectividad de las mismas sin embargo, no sólo probaron granadas en seres humanos también hicieron tests con otro tipo de armamentos como por ejemplo bombas y lanzallamas, había un departamento donde se hacían otro tipo de experimentos cuyos frutos arrojaban datos interesantes para estas personas como por ejemplo, que tanto podía soportar un ser humano temperaturas extremas antes de que su cuerpo se rindiera, que pasa si un ser humano le haces una transfusión de sangre de animal, qué pasa si se somete a una persona a dosis letales de rayos-x, que tanto puede estar enterrado un individuo bajo tierra antes de sofocarse o si la transfusión de agua de mar en el torrente sanguíneo de un hombre podría ser un sustituto para la solución salina que comúnmente se usa en los hospitales, se puede hablar y hablar de los crímenes inenarrables que se cometieron aquí, puedo seguir contando te puedo incluso arruinarte el día la tarde o la noche o continuar hasta que quedes francamente perturbada o perturbado.
Lo más indignante de todo es que el Dr. Shiro Ishii, el monstruo que estuvo a cargo del escuadrón 731, el hombre que mandó a asesinar y también asesinó con sus propias manos a una suma total de más de 10.000 personas el hombre que jugó a ser dios provocando abortos para ver qué reacción física y psíquica tenía sus víctimas aquel que hizo experimentos con bebés no pagó por ninguno de estos crímenes, cuando Japón se hallaba derrotada por los EE.UU. volaron en pedazos el laboratorio del escuadrón y se mandó asesinar a todos los sujetos de prueba que continuaban con vida sin embargo, las atrocidades fueron demasiadas como para ocultar completamente los hechos había demasiados testigos, por ello el doctor y si fue encarcelado temporalmente poco tiempo después el general Douglas MacArthur tuvo una reunión secreta en la cual le ofreció un trato que no podía rechazar recibiría un indulto por todos sus crímenes atroces pero sólo si compartía sus conocimientos con el ejército estadounidense tristemente pueden decirse los peores y más profundos epítetos de desprecio por este hombre nuestra y cualquier otra lengua y seguramente nos quedaríamos cortos pero a pesar de ello el fruto de su trabajo dio resultados que interesaron a muchas personas, sus avances en ciertas ramas oscuras del campo médico fueron increíbles, fue el inicio de una cultura, de una escuelita sobre armas de destrucción masiva más allá de la bomba atómica y sí, superó enormemente al doctor Josef Mengele en este canto, cuando los experimentos finalmente salieron a la luz llamaron poderosamente la atención de un agente de la CIA llamado Allen Dulles otro ser humano nefasto que se sintió maravillado por los logros del doctor, desgraciadamente Dulles fue con el pasar de los años director de la agencia de inteligencia poco tiempo después dio a luz su más ambicioso proyecto el mk-ultra.